martes, 28 de junio de 2011

LA RENOVACIÓN



Por casualidad me doy cuenta que mis carnés C,E y BTP están caducos desde hace dos meses. A la carrera me presento en una gestoría del "poble" quien me informa que con 92 euros y el carné caduco, me lo solucionan en un plis-plas. Y así resulta ser. Al día siguiente me presento a la hora indicada y tras el pago en metálico de los 92 euracos ( no aceptaban tarjetas), me agrego a una cola de personajes variopintos. Delante mio dos abuelos, un negraca de dos metros, dos señoras de alta alcunia, un hombre indefinible por falta de características destacables y un chaval veinteañero. Una vez tramitada mi ficha, en cuestión de segundos se añaden a la cola por detrás mio, otro veinteañero espigado, un super abuelo-cebolleta, una señora con aires argentinos y una niña con aires de pija y bolsillo de barrio. Mi vista ya no daba para más, pero el ir y venir en los pequeños despachos de la gestoría eran continuos.

Pues bien, empezamos. Primero un tío con batín blanco, me pregunta si tengo alguna problema en la vista. Mis habituales gafas colgaban del cuello de mi camiseta. El problema parecía que lo tenia él. Le marco las gafotas y me interroga si las llevo habitualmente para conducir. Le digo que "habitualmente" no. Le da igual. Me hace tapar un ojo y me indica en el panel tres "E" para que le diga hacia donde se dirige la parte abierta. Tres "E" para un ojo y dos para el otro. Acierto pleno. "Pase a la siguiente sala". Otro médico , este con bata completa me indica un silla al lado suyo para que tome asiento. Me pregunta por enfermedades crónicas, medicamentos habituales, operaciones recientes y tal. Niego todo absolutamente con tal rotundidad que el supuesto "doctor" se limita a tomarme el pulso. Aunque tengo mis dudas si llegó a encontrar la vena adecuada. A mi me la suda y al tio tambien. Aún no sé para que me hizo sentar, cuando ya me estaba indicando que " pase a la siguiente sala". Total llegué al "psicotécnico" sano y fuerte como un roble. ¡¡Quien lo diría!! Aquí una joven sin bata ni batín, me da las instrucciones de forma mecánica. "Las dos lineas dentro del camino blanco""Coja los dos mandos""Ya". Con maestría conduzco las lineas dentro de sus caminitos hasta alcanzar la meta, apenas con tres/cuatro advertencias sonoras. ¡Estupendo! "Prueba superada", me digo a mi mismo. Mientras espero mi siguiente paso , permanezco en la salita del "psicotécnico" , donde de forma casi inmediata entra el joven espigado. Le veo superar la prueba. "Muy bien chaval" lo has hecho casi igual que yo. Se sienta a mi lado esperando nos den salida de la salita. Entra lentamente el abuelo-cebolleta y se sienta delante de la máquina. El espigado y yo, que a estas alturas ya íbamos de sobrados, observamos como el pobre abuelo, mas que mantener las lineas dentro del camino parecía tener problemas para mantener las rallitas dentro de la pantalla. La joven sin bata ni batín, harta del pitido continuado que el abuelo era incapaz de impedir , levanta su culo gordo de su silla y sorprendentemente coge una de las manos del abuelo mientras le indica que se fije en la linea que él debía conducir con la otra. El espigado y yo nos miramos sorprendidos mientras el abuelo intenta justificar su escasa habilidad . La niña sin bata ni batín no le hace ni puñetero caso. Como seguíamos sin salir, entra la señora "argentina" que como buena señora, que no argentina, realiza la prueba con la misma habilidad que el abuelo. El espigado y yo ya teníamos la sonrisa de oreja a oreja cuando la niña sin bata ni batín realiza la misma maniobra de solidaridad que con el abuelo. Es decir, ayuda a la "argentina" a evitar que siga atropellando a la pobre gente que supuestamente caminaba por las afueras de los caminos blancos. "Menudo peligro el abuelo y la argentina" pensé. No sabía lo que estaba por llegar. Pensábamos que ya salíamos los cuatro cuando, por sorpresa, entra la niña pija con bolsillo de barrio. Se sienta en la silla de conducir las lineas y tras las repetidas instrucciones se pone manos a la obra. Una obra , pero de verdad es lo que habría que poner en la puerta de su casa para que esa niña pija no salga jamas. ¡¡Peor que el abuelo y la argentina juntos!! La niña pija con bolsillo de barrio desesperada por los continuados pitidos llegó a soltar los dos mandos mientras balbuceaba palabras lastimosas sobre la dificultad de la prueba. "A tomar por culo" nos dijimos el espigado y yo con la mirada. Pero no. Para eso estaba la otra niña. La que no tiene ni bata ni batín. Sin dudarlo y con rapidez inusitada se agarra a los mandos mientra le dije a la pija con bolsillo pobre que "Por favor, ¿que haces?". "Coge" le ordena. Y así las dos juntas acabaron la prueba. La pija le da mil gracias a la sin bata, mientras el espigado y yo, que ya habiamos establecido una alianza de conductores habilitados, no dabamos crédito a lo visto.


¡¡Acojonante!! ¡¡Muy acojonante!s! Tres preguntas para la vista, tres sobre el estado general de salud y una prueba que, a la que la cagas, te la hace la niña sin bata. Todo por 92 euros. Parece ser que si no superas el examen no cobran. ¡¡Alucina vecina!! Quien tenga algún problema para renovar el carné de conducir que se pase por Cornellá. No tendrá ninguno.



A mi me parece que dentro de dos años, si el centro sigue abierto, tengo chupada la renovación de carné de conducir. Así hasta el fin de los días. ¡Vergonzoso!



Saludos bárbaros.



PD: No sé si podemos conducimos por tener un carné o si el carné sirve para poder conducir. Lo que si que sé, es que hay tres, que ni deberian conducir ni tener carné. Y de los tres, uno un hombre ya demasiado mayor y dos, mujeres en perfectas condiciones. Y dicen que conducen mejor que nosotros.¡Venga ya!

lunes, 13 de junio de 2011

XAVI

Hace casi 27 años nos conocimos. Eramos como dos peces fuera del agua. Condenados a unirnos. Y claro, nos unimos. Y durante mucho tiempo fuimos inseparables. Dejamos de ser tal y pascual, para pasar a ser "esos dos". Los demás ya no concebían a cada uno por separado. Y cuando alguno faltaba, cosían al otro a preguntas. El caso es que se forjó una amistad de esas de "para siempre". Y así quedó. Y compartimos momentos de alegría. Y algún que otro lío, a los que especialmente tú, solías atraer. Casi sin quererlo. Siempre me hizo gracia tu forma de afrontar los problemas. Casi ignorándolos. Dejándolos pasar. Esquivándolos. Me los contabas y te reías. " ¿Y ahora que hago? jejejejejeje""Bueno,no sé, ya pasará" tu frase favorita. Yo alucinaba. Yo todo dudas, cuidados y preocupaciones. Tú a lo que venga, conformista y siempre poco exigente. Esa era una de tus mejores virtudes. Tú poca exigencia hacia los demás. Lo que te daban era suficiente. Por lo menos conmigo. Y daba lo mismo lo que te pudiera decir o aconsejar, porque a pesar de la atención que me prestabas, después, por supuesto, hacías lo que te daba la gana. Y a pesar de todo, la mayoría de las veces parecía que te dejabas guiar. Daba la sensación que hacías lo que los demás queríamos. ¡Que ingenuos!



Después el tiempo nos separó. El destino nos llevó por caminos diferentes. Pero cada vez que nos encontrábamos, por casualidad o buscando el encuentro, la alegría iluminaba nuestros corazones. De hecho, para mi, eras la excusa para ir a algunos sitios. O para acudir a encuentros programados. Cualquier motivo era suficiente si provocaba , aunque fuese, un momento para estar juntos. Porque cada vez que nos veíamos, nos olvidábamos del resto. Como al principio. Nunca pude agradecerte que me acogieras en aquellos momentos, que para mi fueron especialmente duros. Solo alguien como tú, podía animarme en aquella imprevista aventura que de forma inesperada emprendimos juntos. Y eso que muchas veces era yo, quien tiraba del carro. O eso creía. Ahora ya no estoy tan seguro. Pero si es verdad, que tú ,escondido en una aparente fragilidad, te apoyabas en mi falsa fortaleza. Fortaleza que mantenía gracias a ti. Y así, el uno en el otro, hasta alcanzar el objetivo. No sé, de verdad, si hubiera podido conseguirlo solo. No lo sé.



Y a pesar de todo llegó el alejamiento. Tu conociste a mi hija. Yo a ninguno de los tuyos. Pero siempre supe de ti. Por los breves y escasos momentos que nos veíamos y por lo que me iban diciendo de ti. Y por tu hermano. Al que acabe viendo y casi conociendo más que a ti. Cada vez que me explicaba algunas de tus desaventuras me partía de risa. "Siempre será el mismo" acababa pensando. Y el tiempo pasaba y pasaba entre nosotros, gracias a los pequeños encuentros, promesas incumplidas y noticias de terceros.



Hasta hace poco. Muy poco. El lugar , insospechado. Yo salia de visitar al médico cuando tu llegabas. Y como tenias para un rato, nos fuimos a tomar un café. Hacia por lo menos dos años que no nos veíamos. Pasado el primer momento de alegría empecé a notar algo extraño. Parecías preocupado. El hombre despreocupado estaba triste. "Será que la edad le ha hecho madurar" me dije. Pero no. No era la edad. Me contaste que venias del hospital. Que te acababan de diagnosticar cancer. De pulmón. Que ibas a decírselo al médico que compartimos. Y que todavía no lo sabia nadie. Ni tu mujer, Yolanda, ni tus hijos. Ni siquiera tu hermano. Nadie. Te lo acababan de decir. Y la casualidad, el destino o lo que sea, quiso que yo fuese el primero en saberlo. Se me heló la sangre. Renegué del puto encuentro casual. Y a pesar de todo me lo decías con una sonrisa. Típico en ti. "Ahora voy a tener que dejar de fumar, jejejeje""Me voy a poner tan gordo como tu, jaja" Pero había miedo en tu cara. "Se lo tendré que decir a Yolanda". Eso te agobiaba. Intenté inútilmente animarte, sabiendo que eso no funciona. Alabé los avances médicos y lo pronto del diagnostico. Y como siempre quedamos en llamarnos. Nos dimos formas de contacto. Y las utilizamos. No para vernos pero si para saber.



Ayer fui a tú entierro. Vi a Yolanda. Me acerque a ella y le pregunte si me recordaba. ¡Hacia tantos años que no nos veíamos!! Abrió sus ojos llorosos y me abrazó. "Edu, Edu". Y el abrazo provoco mas lágrimas. Y lloramos. Lloramos por ti. Y después de tanto tiempo, parecía que el tiempo no había pasado. Siempre nos tuvimos en alta estima. Compartimos la pena de tú perdida. Y después conocí a tus hijos. ¡Por fin los conocí! Pero a tí no. No te reconocí tras el cristal. No eras tú. No quería que fueses tú. El cancer había cumplido su misión. Su puta misión.


Muchos de los que estaban con nosotros hace 27 años, también estaban allí. Pero tu no. Y de golpe me sentí solo. Muy solo. Como al principio. Y antes de tener que despedirme de alguien me marché. Solo fui a verte a ti. A despedirme de ti.



Hoy sé, que cuando llegue mi hora, tendré a mi primer compañero esperando. Cuando yo llegue, no estaré solo. Descansa, Xavi, descansa. Nos volveremos a ver.

El destino, la casualidad o lo que sea, quiere que me despida de ti el día que hace 12 años que perdí a mi padre. También de cancer. De pulmón. ¡¡Maldito cancer!!








sábado, 4 de junio de 2011

LAS TRES RODILLAS



Hace un par de días operaron, después de muchas dudas, a Carles PuYol, jugador del Barça, de sus dolencias de rodillas .Quede dicho, que a pesar de mis preferencias globales, Puyol es un jugador al que admiro. Por su profesionalidad, sacrificio, esfuerzo, entrega y por todo lo que su persona representa. Amor a su club y pasión por su país. Muchos PuYoles ( con Y, no con J) nos harían falta.


El caso es que ya operado y pasando de vacaciones, la bestia blaugrana inicia la recuperación, pensando desde ya, en la próxima temporada. Una bestia el nen de "La Pobla". Repito, digno de la admiración absoluta.


Ayer , también de rodilla, operaron al Rey de España. A Juan Carlos I, le pusieron un implante en su rodilla derecha. Al hombre, ya mayorcito, le costaba caminar. Debe ser lo único que le ha costado en su vida.


Y a la vez que a Juan Carlos , a este que os escribe, le operaron la rodilla izquierda. La derecha ya la repararon a mediados de abril. Estaban las dos hechas ciscos. Y me hacen falta. Un guerrero bárbaro sin rodillas no puede combatir. Y su ausencia es, como dicen, llorada por sus compañeros de armas y celebrada por sus dignos adversarios. Así que en breve, como PuYol, estaré dispuesto para la nueva temporada.

PuYol le dijo a sus médicos, que en un mes estaría jugando. Los galenos le aconsejaron calma y le advirtieron que su tiempo de recuperación rondaría los tres meses. A mi , quien me operó también me anticipó unos tres meses de recuperación para ambas rodillas. En este caso, fui yo quien le recomendó calma. ¡¡ Joder con las prisas!! A JuanCar no le dicen nada. Es el Rey. Y vive como tal.


El caso es que tres personajes (jejeje) se operan al mismo tiempo del mismo mal. ¿Coincidencia? ¿Mal presagio? ¿ Que será, será?. Esperaremos acontecimientos.


A mi me parece, que Catalunya, España y Cimeria pueden estar más tranquilas. Sus adalides están preparados.

Saludos bárbaros.


PD: Puede observarse la escasa diferencia entre la musculatura de las piernas de PuYol y las de un servidor. Mínima.¡ Podría cambiarlas y no os daríais ni cuenta!


PD1:¡¡¡ Ni os podeis imaginar lo que me ha costado el fotomontaje!!! juajuajuajuajuajuaaaa